miércoles, 20 de mayo de 2009

EL ESLABÓN PERDIDO


Un equipo de científicos han presentado al mundo el esqueleto fosilizado de un mono con rasgos parecidos al de los actuales lémures de 47 millones de años de antigüedad que podría ser el eslabón perdido de la evolución humana. El fósil, al que han llamado Ida, ha sido presentado en en Nueva York.El descubrimiento del 95% del esqueleto de un mono-lemur ha sido descrito por los expertos como "la octava maravilla del mundo", y consideran que se ha completado la búsqueda de una conexión directa entre los humanos y el resto del reino animal que inició Charles Darwin hace 200 años con la Teoría de la Evolución.
Según ha expresado el investigador sir David Attenborough al canal de televisión Sky News, Darwin "se habría emocionado" de haber visto el fósil porque expresa lo que el ser humano es y de dónde procede.Los investigadores han concluido que Ida no fue un simple lemur sino un lemur mono, porque se encuentra a caballo entre ambos grupos y además se sitúa en la cercana línea hacia los humanos.
Investigado en secreto
"Esta pequeña criatura va a enseñarnos nuestra conexión con el resto de los mamíferos. Es el único que nos conecta directamente con ellos", ha añadido. "Ahora la gente puede decir, de acuerdo, somos primates, éste es el vínculo. Ese nexo que decían que estaba perdido ya no lo está más".El fósil de la mona Ida, de unos 53 centímetros de altura, ha sido investigado en secreto durante los últimos dos años por un equipo internacional de expertos en fósiles dirigido por el profesor del Museo de Historia Natural de Noruega, Jorn Hurum.
Después de ese tiempo fue trasladado a Nueva York bajo fuertes medidas de seguridad. A finales de mayo se exhibirá durante un día en el Museo de Historia Natural de Londres, antes de regresar a Oslo.
Ida tiene en vez de garras uñas como las de los seres humanos y sus pulgares opuestos, lo que la sitúa en el inicio de la raíz de la evolución humana cuando los primeros primates desarrollaron características que después eventualmente les harían convertirse en lo que hoy es el hombre.
Colgada en una pared por 20 años
Ida fue desenterrada por un cazador de fósiles aficionado hace unos 25 años en Messel Pit, un antiguo cráter volcánico cerca de Fráncfort. El coleccionista la limpió y la colocó en un poliéster de resina y la mantuvo colgada durante 20 años en la pared de su casa.
Según Sky News el propietario no tenía idea de la importancia única del fósil y simplemente lo contemplaba como a un cuadro. Sin embargo, en 2006, Ida llegó a las manos de un tratante privado, Thomas Perner, que se presentó con el fósil al profesor Hurum en la Feria anual de fósiles y de comercio de minerales de Hamburgo, Alemania.
Fue entonces cuando el tratante le pidió más de un millón de dólares por el fósil, diez veces más que la cantidad más alta pagada por un fósil en el mercado negro, según la cadena de noticias americana. Sin embargo, después de seis meses de negociaciones, el profesor logró recopilar el dinero en Noruega y se llevó a Ida a Oslo (Noruega).




Me ha parecido muy intersante e importante ya que si esto fuera cierto y fuera uno de los eslabones perdidos más importantes aclararía muchas dudas y haría que la teoría de Darwin tuviera más pruebas de que es cierta.

Tambien me impresiona que alguien lo haya tenido tanto tiempo en su casa sin darse cuenta del verdadero valor que el fósil valía y todo lo que ha sido descubierto gracias a él.

Es extraño que la investigación se haya llevado a cabo en secreto pero a mí me parece mejor puesto que no han dado la noticia hasta estar seguros lo que hace más profesional su trabajo.